Jhonny Pacheco:

Pronta recuperación para nuestro Johnny Pacheco.

Brisal y Mas se une en Oracion por la pronta recuperacion.

Comunicado De Prensa13 de febrero de 2021Dios los bendiga a todos.

La familia del Maestro Johnny Pacheco solicita una cadena de oración por su salud quien en estos días fue internado de emergencia en un hospital debido a una pulmonía. A todos sus fanáticos, colegas y amigos le pedimos que no paren de orar por su salud. Le pedimos privacidad en estos momentos. Los mantendremos informados.Gracias a Todos Dios los bendiga.

Cuqui Pacheco & Familia.

El desembarco de Playa Caracoles, en su 48 aniversario.

Un día como hoy, hace 48 años o sea, el 2 de Febrero de 1973, desembarcó por Playa Caracoles, en la bahía de Ocoa, un grupo de nueve guerrilleros comandados por el coronel Francisco Alberto Caamaño, con la intención de derrocar al gobierno corrupto y represivo de Joaquín Balaguer.

Tras ser detectado antes de tiempo, el foco guerrillero fue aniquilado por las Fuerzas Armadas, que tras herir y capturar con vida a Caamaño lo asesinó junto a varios compañeros.

Los únicos que sobrevivieron fueron Toribio Peña Jáquez y Claudio Caamaño Grullón y Hamlet Hermann Pérez, Éstos dos últimos fallecidos en marzo y enero del 2016 respectivamente.

El grupo guerrillero estaba integrado por: Francisco Alberto Caamaño Deñó (Román), Ramón Euclides Holguín Marte (Braulio), Mario Nelson Galán Durán (Juan), Claudio Caamaño Grullón (Sergio), Giordano Heberto Lallane José, Juan Ramón Payero Ulloa (Ismael),Toribio Peña Jáquez (Felipe) y Hamlet Hermann Pérez (Freddy). Tras ser capturados, Hamlet y los otros dos sobrevivientes fueron enviados al exilio.

Trece días después del desembarco el 16 de febrero, las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de Caamaño junto a dos de sus compañeros en el paraje Nizaíto, sección la Horma de San José de Ocoa.

El contralmirante Ramón Emilio Jiménez (hijo), Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, el mayor general Enríquez Pérez y Pérez y el brigadier Juan René Beauchamps Javier, mostraron el cadáver de Caamaño a un reducido grupo de periodistas que fue traslado en helicóptero hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida, y los de sus compañeros Heberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, aunque las FFAA informaron que Caamaño había muerto en combate.

Testimonios posteriores afirmaron que Caamaño luego de ser capturado herido por tropas del Ejército Nacional que lo perseguían, fue fusilado, descuartizado y quemados sus restos. Mucho odio y demasiado temor inspiraron esa pérfida determinación gubernamental.

Informado el presidente Balaguer de su captura, le expresó al general Ramón Emilio Jiménez (hijo) que “en el país no había cárceles para un hombre como el coronel Caamaño”, dejando bien insinuado que procediera a su fusilamiento.

Playa Caracoles.

El general Ramiro Matos Gonzáles, anticomunista, quien dirigió la persecución y el cerco militar contra la escuadra guerrillera, en ningún momento advirtió a sus compañeros de armas que los cánones internacionales y los derechos humanos consagrados impedían asesinar al comandante apresado. Consintió el fusilamiento.

Balaguer los interpretó “al pie de la letra”, mientras una delegación dominicana junto a otros enviados de Washington, se cercioraban de que todo lo perversamente decidido fuera debidamente consumado.

Con la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó a los 40 años de edad, desapareció una de las figuras más importantes de la historia dominicana del siglo XX.

Texto: Fuente externa

Federico Velásquez, político, periodista y vicepresidente de la República.

El 2 de febrero de 1870, nace Federico Velásquez Hernández, político, periodista y vicepresidente durante el Gobierno de Horacio Vásquez 1924-1928.

Se desligó de la administración, cuando Vásquez decidió continuar en el poder.

Federico Velásquez era hijo de Jacinto Velásquez y Euduvigis Hernández.

Estudió en Santo Domingo, en la escuela normal del educador Eugenio María de Hostos, de donde egresó a la edad de 20 años.

Ejerció la docencia hasta que se interesó en la política.

Opositor del presidente Ulises Heureaux , fue expulsado del país, al que regresó poco antes de concluir la tiranía.

A partir de ese momento se movió en torno a las figuras de Horacio Vásquez y Ramón Cáceres.

Fue secretario particular del primero cuando desempeñaba la vicepresidencia de la República. Director del periódico La Redención de Santiago, Vásquez lo suspendió de su cargo por alentar a la oposición desde sus páginas.

En 1904 el presidente Carlos Morales Languasco lo nombró secretario de Estado de Hacienda y Comercio.

Dada la escrupulosidad con que manejó los fondos públicos, los generales, acostumbrados a vivir de un sueldo o asignación de los Gobiernos, exigieron que fuese destituido, pero el vicepresidente Cáceres lo evitó.

Acosado el Gobierno por la deuda pública y los cada vez mayores requerimientos de los acreedores extranjeros, se mostró partidario de llegar a un acuerdo financiero con Estados Unidos, el cual culminó en 1907 con la firma de la Convención Domínico-Americana que puso el control de las aduanas en manos de un agente nombrado por el presidente norteamericano.

Faltaba por abordar el problema de la deuda interna, que Velázquez solucionó mediante un Plan de Ajuste que redujo las deudas.

A fin de recaudar más dinero, logró que se aprobaran varias leyes que establecieron impuestos a los productos nacionales, lo que le granjeó la animadversión del pueblo, que no pagara gravámenes.

Otra ley, la de expropiación, permitió que el Gobierno adquiriese y administrara las grandes empresas relacionadas con los servicios públicos, excepto el ferrocarril Samaná-Santiago.

Al ser asesinado el presidente Cáceres en 1911, Velázquez marchó al destierro.

Pasada la revolución de 1912 contra el Gobierno de Eladio Victoria Victoria, retornó al país y los partidarios de Cáceres lo eligieron jefe del creado Partido Progresista.

En las elecciones del 25 de octubre de 1914 se unió a Juan Isidro Jimenes a cambio de un veinticinco por ciento de los cargos públicos para los miembros de su agrupación política.

Jimenes tomó posesión de la Presidencia el 1 de diciembre y designó a Velázquez secretario de Fomento y Comunicaciones.
Desiderio Arias Peña, quien ostentaba la cartera de Guerra y Marina y había adquirido cierta notoriedad política, acusó a Jimenes ante las cámaras legislativas con el fin de destituirlo.

El representante norteamericano en el país, temiendo un golpe de Estado, ofreció tropas estadounidenses, pero el Presidente las rechazó.

A pesar de eso, los norteamericanos desembarcaron con el pretexto de proteger la vida y los intereses de los extranjeros residentes en la capital, por lo que Jimenes renunció el 7 de mayo de 1916.

Había empezado la Ocupación Militar Norteamericana que duraría hasta 1924.

Concluida la intervención ,Velázquez hizo causa común con Vásquez a través de la Alianza Nacional-Progresista y fue electo vicepresidente de la República.

En el transcurso de los dos primeros años la alianza fue deteriorándose, con el resultado final de la salida de Velázquez y su partido del Gobierno.

El 7 de abril de 1927, varios senadores presentaron un proyecto de ley tendente a modificar la Constitución para que Vásquez pudiese extender su mandato hasta 1930.

El proyecto fue aprobado y Velázquez viajó a Washington con el propósito de lograr que el Gobierno norteamericano impidiese la extensión del período presidencial, pero no pudo conseguirlo.

Al subir al poder Rafael Leonidas Trujillo Molina, tomó el camino del exilio, desde donde combatió al nuevo régimen.

Federico Velásquez murió el 26 de julio de 1934, en la ciudad de San Juan, Puerto Rico.

La calle que fue honrada en su honor, va desde la Calle Albert Thomas hasta la Hermanos Pinzón , cruza los barrios Maria Auxiliadora, Villa María y Villa Consuelo.

Dede Mirabal t su hijo mayor jaime enrique años 50s

Bélgica Adela Mirabal Reyes.

La única hermana Mirabal Reyes , que sobrevivió a Trujillo.

Doña Dedé como se le conocía, nació en Ojo de Agua, Salcedo, un 28 de febrero de 1925 y declarada el 1 de marzo, fecha en la que celebra su cumpleaños. Es la segunda hija del matrimonio de Mercedes Reyes Camilo y Enrique Mirabal, comerciante y hacendado de Ojo de Agua, Salcedo.

Cursó sus estudios de primaria en el colegio Inmaculada Concepción en La Vega, hasta el octavo curso, los que descontinuó pues mostraba más interés en ayudar a su padre en los negocios. Contrajo matrimonio con Jaime Fernández Camilo el 27 de marzo de 1948, estableciéndose en San Francisco de Macorís.

Después del asesinato de sus tres hermanas en 1960, se hizo responsable de los seis hijos de éstas, a quienes crió y educó con mucho amor y dedicación junto a sus propios hijos. El mayor de los hijos de doña Dedé es Jaime Enrique Fernández Mirabal, el segundo Jaime Rafael Fernández Mirabal(fallecido) y el más pequeño es Jaime David Fernández Mirabal, ex vice presidente de la República.

Sus hermanas dejaron seis hijos. Patria, que era la mayor: Nelson González Mirabal, Noris González Mirabal y Raúl González Mirabal. Minerva, Minú Tavárez Mirabal y Manolo Tavárez Mirabal Y María Teresa solo dejó una, que se llama Jacqueline Guzmán Mirabal.

Dedé Mirabal realizó diversas labores en la ganadería, producción agrícola, especialmente de cacao orgánico; también fue vendedora y corredora de seguros.

Creó la Casa Museo de las Hermanas Mirabal. Esta fue la residencia donde las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal vivieron, antes de sus trágicas muertes el 25 de noviembre de 1960.

Falleció el 1ero de febrero del 2014

Trxto: Fundación Hermanas Mirabal
Foto: Dedé Mirabal y su hijo mayor Jaime Enrique. Años 50s

José Rufino Reyes Siancas.

Autor de la música de nuestro glorioso Himno Nacional.

ació en Santo Domingo, 15 de noviembre de 1835-31 de enero de 1905) fue un músico dominicano hijo de Rafael Reyes, un comerciante detallista pobre y de María Merced Siancas.

Vivió durante mucho tiempo en una casa de la actual calle Arzobispo Nouel.

Su formación fue autodidacta. En 1885 participó como soldado en la tercera campaña de la Independencia. Estudió música con el director de la banda militar, Juan Bautista Alfonseca. Aprendió varios instrumentos musicales, en especial el violonchelo.

Entre sus obras se encuentra la composición de mazurcas, valses, pasos dobles y el himno de la República Dominicana. También, escribió música laica y religiosa, en gran parte inédita, debido a su carácter modesto y poseer una fuerte autocrítica que le impidió darlas a conocer más allá de unas pocas misas.

En 1882, llevó al pentagrama su himno con estrofas compuestas por César Nicolás Penson, Francisco Henríquez y Carvajal, José Dubeau, José Joaquín Pérez y Emilio Prud’Homme.

Al año siguiente lo estrenó, el 16 de agosto, en la celebración del XX aniversario de la Restauración de la República con letra de Emilio Prud’Homme, durante el acto lírico celebrado en la logia La Esperanza.

Volvió a ser interpretado en el homenaje a Juan Pablo Duarte celebrado en el teatro La República con motivo de la llegada al país de los restos del patriota, que fueron depositados en la Capilla de los Inmortales.

En 1885, recibió la aceptación del público cuando fue ejecutado por la banda militar del maestro Betances, en la Plaza de la Catedral y su popularidad fue mayor en el cincuentenario de la República.

En 1896 fue propuesto para himno nacional. En 1897 fue tocado nuevamente en la inauguración del ferrocarril Puerto Plata-Santiago, en el Cibao. Durante el gobierno de Ulises Heureaux hubo una disputa periodística por el himno nacional que propuso eliminar la letra, lo que motivó a que el Congreso Nacional dictara la ley de aprobación del texto original completo. Se desconocen los motivos que impidieron que la ley fuera promulgada por Heureaux.

Murió el 31 de enero de 1905, sin poder ver oficializado el himno. Su fallecimiento provocó un gran pesar en el país. Sus restos mortales fueron despedidos por las palabras de Federico Henríquez y Carvajal.

En 1916, el Congreso Nacional hizo un nuevo intento sin resultados por oficializar el himno, lo que finalmente se logró el 3 de mayo de 1934, por un mensaje enviado al Congreso por el dictador Rafael Leonidas Trujillo.

Días más tarde, el 30 de mayo se promulgó la Ley No. 700 que consagró como himno nacional oficial de la República Dominicana como canto patriótico, compuesto por José Reyes con letra de Emilio Prud’Homme.

Dr. Mariano Defilló Ricart.

Médico cardiólogo pediatra y eminente maestro de la medicina dominicana.

El Dr. Defillo fue Rector de la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña (UNPHU )  de la que fue además Profesor Emérito. 

Nacido en Santo Domingo el 31 de enero se 1937, ingresó a la Universidad de Santo Domingo en donde recibe su título de Doctor en Medicina en 1958.

En 1959 se traslada a Cánada en donde realiza un post grado en Medicina Interna en el Hospital General de Ottawa hasta el 1962 y luego realiza la especialidad de Cardiología en el Instituto de Cardiología de Montreal.

En su entrenamiento adquirió los conocimientos de hemodinamia, y de cardiología pediátrica.

Realizó ademas múltiples investigaciones en ese prestigioso centro.

Regresa al país en 1966 y se integra al Instituto de Cardiología en calidad de Jefe de Salas. Luego ingresa al Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral en donde laboró por 40 años. En ese hospital llevó a cabo una brillante labor de docencia en las especialidades  de Pediatría y Cardiología Pediátrica.

En sus años de juventud fue un destacado deportista y tenista, por lo que fue exhaltado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano en 1984.

Fue Jefe de enseñanza del Hosp. Robert Reid  en el periodo 1984 al 1986.

Desarrolló la Investigacion en Pediatría y fue Jefe de la Clínica de Ambigüedad Genital del 1992 al 2002 luego del fallecimiento del Dr. Teofilo Gautier.

Sus trabajos fueron publicados en algunas de las mas prestigiosas revistas médicas del mundo, y fue coeditor de varias.

Fue además editor de Archivos Dominicanos de Cardiología del 1976 al 1985 y Co editor junto al Dr. Julio Rodriguez Grullón, de la revista Acta Médica Dominicana desde el 1979 al 2010. Su prolífica actividad científica lo llevó a publicar 124 articulos y ser coeditor de 6 libros sobre su especialidad. 

Fue miembro y parte de la directiva de numerosas sociedades médicas tales como: Sociedad Dominicana de Cardiología (13 años como directivo, presidente 1967-1969), Sociedad Dominicana de Hipertensión, Sociedad Latina de Cardiología Pediátrica, Sociedad Interamericana de Cardiología y de la Asociación Dominicana para el Autoestudio y Acreditación. 

Fue miembro del Colegio Americano de Cardiología, Academia Americana de Pediatría, Colegio Americano de Médicos del Tórax, Colegio Internacional de Angiología, Academia Dominicana de Ciencias, Sociedad Dominicana de Pediatría y de la Asociación Internacional Médica y para la Salud. 

Se dedicó con particular interés  al tema de la fiebre reumática en el niño y las enfermedades cardíacas crónicas del adulto.

Este fue un rasgo singular de su vida profesional, ya que fue un destacado Cardiólogo pediátrico en su vida hospitalaria y un exitoso cardiólogo de adultos en su ejercicio privado. 

Sin embargo su mayor dedicación y consideramos que lo que mas satisfacción le brindo en su vida, fue su ejercicio docente en la UNPHU durante 31 años. Fue Profesor de Fisiologia, Fisiopatología, Terapéutica, Cardiología, Neurología, Cardiología Pediátrica y enfermedades metabólicas. 

Una gran parte del prestigio de la Universidad en esos años se puede atribuir a su búsqueda contínua de la excelencia académica de todos sus alumnos.

En un tiempo en que la enseñanza de la medicina dominicana estaba desprestigiada, la UNPHU mantuvo los mas altos índices y notas en los exámenes internacionales.

Fue Director de la Escuela de Medicina en el período 1985 al 1991 y Rector de la UNPHU del 1998 al 2002.

Recibió el título de Maestro de la Medicina Dominicana en 1992, Laudiato Academica de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, Miembro de Honor de las Sociedades Dominicanas de Pediatría y Cardiología.

Una vida fructífera y brillante que los que fuímos sus alumnos reconocemos y agradecemos con un imperecedero recuerdo al maestro fallecido en el 28 de diciembre del 2013.

Texto: Dr. Herbert Stern

HISTORIA DEL BARRIO CRISTO REY:

El barrio Cristo Rey Fue fundado en el año 1965 , aunque ya desde el 1964 las personas estaban ocupando esa zona que durante la tiranía era un vivero lleno de plantas ornamentales de la familia Trujillo.

Al Barrio e sus inicios le llamaban “Arroyo Salado”, por un hermoso arroyo donde todas las personas de las zonas aledañas se venían a bañar pero su agua era salobre; este arroyo se formaba en la cercanía de lo que es hoy el parque Zoológico Nacional el cual se secó y lo que queda de el es donde se bañan los cisnes en el zoológico.

Esta aguas se alimentaban de el rió Isabela. Algunos de los lugares que componían el barrio eran: “Jarro sucio”, el cual recibió dicho nombre por la gran cantidad de marginación y aguas negras. Hoy en día es la zona que se encuentra próxima al mercado de la Duarte; otro lugar era Korea que es donde hoy se encuentra la calle Higuey .

El barrio de Cristo Rey tuvo en su historia un desarrollo superior a los demás, ya que desde su postrimería tenía una población muy pequeña y una gran fuente de empleos, la que provenían de industrias que fueron colocadas allí por el fácil acceso a los diferentes muelles y aereopuertos.

Dentro de las principales industrias de ese tiempo cabe destacar: Industrias Checo que fabricaba las ropas de esa marca, La Quindoa que fabricaba los productos Shelltop que eran la competencia de los productos Baigom, fabrica que afectaba la salud de los pobladores, porque desprendía un alto nivel de plomo y bromuro, lo que provocaba manchas verdes en la piel y problemas respiratorios.

La fabrica de calimetes y maletas, otra que construía colchones y gavetas y sumados a estos dos peleterías es decir donde hacen y arreglan zapatos y dos colmados (El de Doña Chichita  en diciembre del 2004 y el de Melvin, que hoy reside en New York, daban abasto para la pequeña población y una iglesia fundada por la congregación salesiana y el padre Ignacio Ozme, que bautizó al barrio con el nombre de «Cristo es y seguirá siendo siempre Rey», al que las personas simplificaron con el nombre de cristo Rey. En honor a este gran sacerdote, hoy una calle, un colegio, el centro juvenil y un área de cómputos llevan su nombre.

Al inicio las casas eran hechas o fabricadas de tarima de madera y techos de cartón y muchas viviendas eran hechas solamente de un zinc negro el cual era el mas barato en esa época y las personas provenían de los diversos campos del Sur y del Cibao, los cuales para guarecerse o protegerse de los cambios climatológicos, hacían estas vivienda de fácil construcción en terrenos del estado, los cuales estaban siendo ocupados de manera ilegal.

Al crecer tan rápido el número de viviendas tanto en el centro como en la periferia, se escapó del control de las autoridades, situación por la que hoy en día algunos sitios mantienen sus antiguos nombres; La 70 nombre que recibió porque fruto de un censo de población, que se hacia cada 4 años, la negligencia de las autoridades hacían el conteo desde la oficina de que habían 70 casas la que en verdad iban por 300 viviendas y la 40 por igual.

El Barrio en sus inicios contaba también con un nido de víboras y ratas llamado «la Gallera» donde los vagos y gente de mala vida iban a apostar con los gallos, lo que duró poco, porque el progreso del barrio, la apartó para dar paso a una estación de gasolina.

El lugar donde se localizaba esta gallera es el lugar donde se encuentra hoy la calle 41 con Nicolás De Ovando.

Ya que el barrio en ese tiempo, debido a su ubicación de fácil acceso a la zona Colonial, a la autopista Duarte y a la Mella quedó en la mira del gobierno de turno para recibir el primer megaproyecto en su interior que consistía en el traslado del parque Zoológico que estaba en la zona donde luego estuvo el conservatorio de música; proyecto que dio paso a un movimiento de construcciones y asfaltado de calles y avenidas que la atraviesan es hoy catalogado por su extensión territorial como el parque zoológico mas grande del mundo, donde las fieras no están enjauladas y constituyen un pulmón natural y conserva vegetal.

El deporte en Cristo Rey tuvo desde sus orígenes, un gran comienzo ya que recibió la construcción temprana del “club los Cachorros”, lugar deportivo que contaba con dos canchas de Baloncesto, las que eran multiuso porque también se jugaba Voleibol, Ping Pong o Tennis de Mesa y artes marciales y un pequeño cultural que le daba paso a la danza y así como también al Baton Ballet y puntos carnavalescos. Esto se daba en la parte este del Barrio y en la oeste con el club La Agustina.

Este complejo deportivo recibió la reconstrucción en el penúltimo gobierno de Joaquín Balaguer y también recibió un multiuso en el gobierno de Hipólito Mejía. Hoy en día cuenta con una franquicia superior de voleibol femenino.

Un deporte que también ha dado sus frutos es el béisbol con dos play el primero construido en el antiguo «Vivero»en la proximidad de la Iglesia Cristo Rey, el cual al inicio de la década de los 80 se le dio el nombre de el campo de fútbol que era el deporte mas frecuentado por los salesianos y hoy en día como burla se le conoce como: «EL CHIVO ESTADIUM» nombre que se le dio por el criadero de chivos que se alimentaban de su grama y a la vez se aprovechan para ahorrarse el dinero de comprarse una maquina podadora ya que los chivos relizaban una eficiente labor.

Cierto día una pared del play, callo debido a la extracción de material de una pala mecánica todos al ver la gran cantidad de sangre que salía detrás, todos se dijeron; hay alguien debajo lo que llevo a que la misma pala mecánica levantara la pared y para sorpresa de todos el muerto era un chivo, lo que dio mas fuerza (al nombre del «CHIVO Stadium»).

Hoy en día un sinnúmero de construcciones habitacionales, de construcciones multifamiliares, unifamiliares, ferreterías cormadones, tiendas, hoteles, restaurantes, escuelas, colegios, Iglesias, centros de llamadas e Internet, casas culturales y clínicas dan forma al gran habitacional que es hoy el barrio de Cristo Rey.

Texto Educando.org

Conspiración de La Reforma, el 27 de enero de 1843:

Conspiración de La Reforma, el 27 de enero de 1843

El movimiento más importante, de rebelión, durante la ocupación haitiana al lado este de la isla, iba a salir de las propias filas haitianas: La Reforma.

Como se sabe, en el año 1823, Boyer debió sofocar varias conspiraciones de los partidarios de España en la parte del Este, un motín contra las tropas haitianas que vigilaban a un grupo de trabajadores que limpiaban el camino de Santiago a Puerto Plata, y en 1824 debió reprimir con mano dura, la rebelión de Los Alcarrizos.

Sin embargo, el mayor peligro para el régimen de Boyer provenía de los militares haitianos que encontraron motivos de queja en el tratado que reconoció la independencia de Haití a cambio de una indemnización de 150 millones de francos, así como en la crisis económica que afectaba, particularmente, al sector de bajos ingresos de la población de la isla.

No es sorpresa, pues, que el los dos años más importantes movimientos contra Boyer ocurrieran en el mismo año, 1838, aunque por motivos diferentes: la conspiración para asesinar al presidente Boyer y a su Secretario General, el ministro Inginac, y la conspiración dominicana iniciada con la fundación de la sociedad secreta «La Trinitaria».

Hubo conspiraciones haitianas también en el 1837, encabezadas por militares negros del norte, aplacadas por la cuestión racial, que en Haití también tenía sus implicaciones.

Se sabe que los dominicanos, activados por la labor conspirativa de Juan Pablo Duarte, habían iniciado movimientos aislados de conspiración desde el año 1834, pero no es sino hasta julio de 1838, cuando el plan toma forma con la organización de La Trinitaria.

Las desavenencias en el seno del gobierno haitiano por la labor de algunos diputados desafectos al régimen y la represión a que fue sometido el cuerpo legislativo en general, y los diputados opositores en particular, solo dejaron abierta la vía de la revolución contra el gobierno de Boyer.

Los opositores al régimen de Boyer en Haití se organizaron en una «Sociedad de los Derechos del Hombre y del Ciudadano», dirigida por H. Dumesle, que promovía banquetes con charlas y discursos en los que se enaltecían las ideas liberales y la necesidad de reformar el estado haitiano.

El gobierno sabia que detrás de los banquetes había una actividad conspirativa de primer orden, sobre todo en los pueblos del Norte como Los Cayos y Jeremie, pero no pudo actuar contra ellos, porque el terremoto del 7 de mayo de 1842 consumió todas las energías del régimen que ahora tenia que luchar también contra los elementos y el pillaje desatado en las ciudades destruidas, principalmente en Cabo Haitiano y Santiago

En septiembre de 1842, la Sociedad lanzó un manifiesto en el que atacaban el absolutismo de Boyer y en el interím se designo al general Charles Herard como comandante del movimiento.

Finalmente, el golpe fue dado el 27 de enero de 1843, en Praslin, en la finca de Herard y apoyado por la juventud de Santo Domingo en marzo de ese año. El gobierno de Boyer cayó el 14 de marzo y con él finalizaron veinticinco años de dictadura en Haití, de los cuales, la parte del Este tuvo que sufrir 21 largos años.

El triunfo del movimiento haitiano desataría las fuerzas contenidas de los dominicanos, ya organizados desde 1838 en la Trinitaria.

Texto: Diario Libre

Juan Pablo Duarte Diez:

Juan Pablo Duarte Díez (26 de enero de 1813, Ciudad Colonial, Santo Domingo, España colonial – 15 de julio de 1876, Caracas, Venezuela) fue un liberal, visionario y activista dominicano. Está considerado, junto a Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez, uno de los Padres Fundadores de la República Dominicana. Ideó y presidió la organización político-militar clandestina La Trinitaria, creada para luchar contra la invasión haitiana y por la independencia.

Desde el exilio y siempre fiel a sus ideales de libertad, Duarte supervisó y financió la guerra de independencia llevada a cabo por sus compañeros de lucha, lo que derivó en su ruina económica. Su liderazgo lo convirtió en blanco de infamias que lo llevaron a ser expulsado de la nueva nación en varias ocasiones. Su visión liberal se vio socavada por las élites conservadoras que pretendían someter la nueva nación a las potencias coloniales y volver al regionalismo tradicional. Sin embargo, sus ideales democráticos, aunque un tanto imprecisos, han servido como principios rectores para la mayoría de los gobiernos dominicanos. Su iniciativa lo convirtió en un mártir político a los ojos de las generaciones posteriores.

En 1842, Duarte se convirtió en oficial de alto rango de la Guardia Nacional, dirigida por el Gobierno haitiano. En 1843 participó en la Revolución Reformista contra la dictadura de Jean Pierre Boyer, quien amenazaba con invadir la parte occidental de la isla con intención de unificarla. Tras la derrota del presidente haitiano Charles Herard y la proclamación de la independencia dominicana en 1844, la Junta formada para designar al primer gobernante de la nación eligió por mayoría a Duarte para presidirla, pero él declinó tomando el cargo en su lugar Tomás Bobadilla.

Duarte sostuvo fuertes desacuerdos con sectores conservadores, en especial con el terrateniente Pedro Santana, quien consideraba inviables las ideas independentistas de Duarte. De estas pugnas, Santana salió fortalecido y Duarte sufrió varios destierros y murió exiliado en Venezuela en 1876.

Batallas de Sabana Larga y Jácuba:

El 24 de enero de 1856, en el norte, tropas dominicanas, comandadas por el General Juan Luís Franco Bidó libran, en Sabana Larga, la batalla que puede considerarse decisiva para convencer a los haitianos que no lograrían ocupar de nuevo el territorio dominicano, siendo el ejército haitiano derrotado aparatosamente. Las tropas del ejército haitiano estaban comandadas por el mismo emperador haitiano Faustino I (Faustino Soulouque). En su retirada, los haitianos son sorprendidos en su retaguardia por tropas dominicanas en la Sabana de Jácuba, completándose el triunfo. El General Fernando Valerio y el Coronel José Desiderio Valverde se distinguieron en la célebre jornada.

«Teniendo como escenario los extensos campos de Sabana Larga, Dajabón, con un frente de más de quince kilómetros y una profundidad de diez y nueve kilómetros, y como eje central el río Macabón -hoy Arroyo Macaboncito-… Siendo las 07:30 horas, el enemigo inició su ofensiva desatando fuego de artillería continua sobre el ala izquierda del Ejército dominicano, haciendo retroceder las tropas al mando de los coroneles Hungría y Batista.

El general Juan Luis Franco Bidó, comandante de las fuerzas militares dominicanas, resolvió enviar refuerzos. Formó una columna de quinientos hombres, que puso bajo el mando del activo comandante José Antonio Salcedo, pudiendo los coroneles Hungría y Batista recobrar fuerzas, gracias al oportuno auxilio, tomando de nuevo la ofensiva, atacando… a las 09:00 horas, una columna haitiana, comandada por el general Prophette, atacó a las tropas dominicanas concentradas en Sabana Larga, cuyos jefes, conscientes de la inferioridad numérica de sus fuerzas […] le tenían preparada una emboscada […] retirando hábilmente parte del personal a la entrada de Arroyo Macabón… Algunas de nuestras piezas de artillería, la infantería -soldados a pie-, quedaban camufladas entre los hierbajos del lugar, detrás, quedó la caballería debajo de los arbustos.

«El mando militar dominicano dejó hábilmente que los haitianos se acercaran, y, cuando estaban a distancia de tiro, nuestros cañones comenzaron a rugir incesantemente. Se da la señal, y nuestros bravos infantes, que estaban en el suelo […] se levantaron como bólidos lanzando una potente descarga de fusilería al sorprendido y aterrado enemigo.

«Tras ese acontecimiento, las tropas del centro dominicano -con audaces movimientos tácticos-, rechazaron valientemente al enemigo, haciéndolo retroceder hasta el Cerro de Plata o El Alto de Caobanita, donde se parapetaron defendidos por su artillería y encubiertos por las trincheras que ahí poseían; hasta allí fueron los implacables guerreros dominicanos a combatirlos, entablándose una esforzada lucha, mientras, el ala derecha del Ejército dominicano, se movía en dirección hacia Cayuco, tras la sierra y cerros de Jácuba.

El ala izquierda de nuestro Ejército, al mando de los coroneles Hungría y Batista, que se encontraba en las cercanías de Guayabo, al oír hacia el Este el obstinado cañoneo, se devolvió rauda hacia el lugar de combate, para reforzar las tropas de Valerio, que perseguían las huestes del general Prophette que huían despavoridamente…

«Mientras tanto, el ala derecha del Ejército dominicano bajó hacia el suroeste de la sabana de Jácuba, para […] cortar la retirada haitiana… la rápida acción y el ataque contundente al centro de la masa enemiga, creó confusión, provocando la dispersión de sus tropas, lo que le produjo a las huestes haitianas, junto a las bajas sufridas en otros combates, la suma total de aproximadamente dos mil muertos, constituyendo con estos datos la batalla más sangrienta en la guerra dominico-haitiana.

Las fuerzas de caballería dominicanas persiguieron en forma tenaz a las tropas haitianas que se retiraban desesperadamente en desbandada, siendo hostigadas sin descanso hasta el poblado de Dajabón. «Al momento en que el valiente coronel Rodríguez tomó una pieza de artillería haitiana, recibió un metrallazo que le voló de cuajo una pierna. En ese estado, cual Cid Campeador criollo, fue montado por sus leales subalternos sobre el cañón capturado y arrastrado por éstos, emocionados y conmovidos a la vez con el impactante suceso.

Entonces, al aguerrido coronel Rodríguez le fallaron las fuerzas y fue trasladado en una camilla, para socorros médicos, pero expiró en Guayubín como un soldado matrimoniado con la gloria.

«El coronel Gerónimo de Peña fue otro de los oficiales superiores que abonaron el campo de Batalla en Sabana Larga, con su sangre, dejando la huella indeleble del héroe militar dominicano. En el parte oficial del general dominicano triunfante, Juan Luis Franco Bidó, se consigna que, después de una jornada de tal magnitud, a las 16:00 horas, cesó el fuego y ya quedaban ellos, los haitianos -en sus límites- , donde siempre deben mantenerse; con la buena voluntad y apoyo recíproco de dos naciones hermanas que comparten una isla».

Texto: Homero Lajara Solá